La lluvia, el cigarro y yo
Julio 10, madrugada lluviosa. No puedo dormir y el sonido de las gotas de la lluvia golpeando el patio me mantiene en vigilia. Aunado a eso, he recibido algunos regaños acompañados con discusiones y una que otra levantada de voz. Mientras estoy en la cama fastidiado de no poder conciliar el sueño, recuerdo que hace unos días encontré dos cigarros que tenía guardados desde hace ya tiempo. Por alguna razón, se me antojó fumarme uno. Salgo a las escaleras del patio en donde me siento y allí, enciendo el tabaco. Admiro la lluvia que atraviesa el haz de luz que emana del foco de los faros de la calle. Es entonces que me doy cuenta de las cosas que me frustran:
-Ser yo
-Ser un estudiante
-Pescar en un río de trabajos en donde abundan las vacantes en Telemarketing y donde los que se acercan a mis necesidades, no cumplo con los requisitos. Sobre todo con la experiencia.
-Tener sueños que parecen infinitamente distantes.
-Estar en donde estoy.
-Ser mediocre y conformista.
-Una deuda de 2,000 pesotes.
-Que este cigarro está a punto de terminarse.
Lo disfruté y guardo el otro cigarro para otra noche. Después de escribir estas líneas poco detalladas, me retiro a intentar poner mi mente en blanco y perderme en el mundo de lo irreal e inmaterial, donde todo es posible y sólo está limitado por la imaginación y, el regresar a la realidad tras despertar.
-Ser yo
-Ser un estudiante
-Pescar en un río de trabajos en donde abundan las vacantes en Telemarketing y donde los que se acercan a mis necesidades, no cumplo con los requisitos. Sobre todo con la experiencia.
-Tener sueños que parecen infinitamente distantes.
-Estar en donde estoy.
-Ser mediocre y conformista.
-Una deuda de 2,000 pesotes.
-Que este cigarro está a punto de terminarse.
Lo disfruté y guardo el otro cigarro para otra noche. Después de escribir estas líneas poco detalladas, me retiro a intentar poner mi mente en blanco y perderme en el mundo de lo irreal e inmaterial, donde todo es posible y sólo está limitado por la imaginación y, el regresar a la realidad tras despertar.
Comentarios
Leí las últimas tres entradas y lo único que te puedo decir es que tal vez una de las cosas que más admiro de ti es tu optimismo y tu gran sentido del humor: siempre recuerdo la broma que hacías de fingir estrellarte contra una pared y lo hacías tan bien que era difícil darse cuenta de ello (Era broma, Verdad??? ^_^)
En la agonía de la historia de aquella leyenda urbana del rock urbano llamada Oda a la Leche nunca dudaste en continuar el proyecto, aún cuando sólo era yo el que llegaba a los ensayos.
Anímate, ya sabes que cuentas con mi apoyo. Se me hace que lo que te falta es una dosis de Mario Kart 64 o Smash Bros. para desestresarte... Veré que puedo hacer al respecto. Y ya de paso, te hago extensiva la invitación para realizar un photowalk junto con Rocío y a ver quien más se pega. Cuídate y nos vemos pronto.