Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2008

Señor Tiempo... ¿Podría usted detenerse?

Hace unos días, el 21 de diciembre para ser más precisos, me sentí en un uno de esas ocasiones en los que disfrutas tanto el momento que desearías que el tiempo se detuviera para tener esa sensación de gusto por más tiempo. Me reuní con unos amigos y vimos una película en el depa de dos de ellos. Luego que la peli terminara, sólo nos pusimos a platicar. Pero debido a la temporada, escuchábamos el disco de navidad de Charlie Brown. Para los que recuerdan esta caricatura, sabrán que la música es un Jazz suave. Disfruté tanto oír esas melodías como platicar con ellos. La sensación que más tarde me acogió se la atribuyo a que ya de antemano sabía que dos de ellos regresarían a su país de origen tras estar aquí en México por un año y medio. La verdad es que en su estancia aquí, entablamos una muy buena amistad. De ellos aprendí mucho cuando me mostraban cosas de su cultura, lo que más me gustaba era la comida Texmex (o como sea que se escriba). Odio en sí las despedidas porque sé que tal v

¡Ay Maruja!

Cortesía del buen Mik3tron, que me pasó este video que me entretuvo 20 minutos. Nunca me distraje tanto con uno de esos programas de juegos de media noche. Esto me hace pensar en lo que uno tiene que autocensurarse cuando está frente a una cámara vista por muchísimas personas, es decir, lidiar con nuestra propia paciencia para evitar decirle a alguien "¡no seas pendeja!”. Y al final de todo decir hipócritamente “me divertí contigo, te quiero”. Claro, en la tele tienes que poner tu cara bonita o serás vetado. Juzguen ustedes mismos este video dividido en dos partes:

De la emoción a la extorción

¿Cuántos de nosotros no hemos sido víctimas de extorción o fraude en cualquier modalidad (teléfono, secuestro exprés, clonación de tarjeta de crédito, etc.)? Tal vez pocos han sido los afortunados que no han tenido el honor. Me ha pasado varias veces y en la última comencé a preguntarme el por qué. ¿Por qué la gente usa la emoción de un individuo para poder obtener lo que desea? ¿Cómo diablos pasa? Existen miles de correos que exponen como algunos han sido víctimas y pretenden alertar a los demás para que no sean otros más del montón. Y cuando has leído cada uno y te das cuenta de que son muchísimas formas en las que se ha practicado, a veces te pones a pensar “no creo que se les ocurra ya nada más. Todo ha sido hecho”. Pero la creatividad parece no tener fin alguno. No basta con preguntarnos el por qué fui víctima de la extorción hoy, o ayer, o el mes pasado. La respuesta está mucho más allá y tiene que ver con nuestra forma de educación, ya que cada uno de nosotros ha sido educado pa