-EL SUPERVISOR DE OBRA- Crónicas de un contador anunciado.

Durante los primeros días estuve en chinga recolectando documentación de los empleados, diseñando los formatos para las credenciales, sacándoles las fotos a todos para insertarlas y haciendo que el jefe las firmara. Era tanto trabajo que tuve que trabajar todo el día del sábado y del domingo de la primera semana. Me estuvieron presionando los mismos trabajadores porque sin sus credenciales no los estaban dejando entrar los de seguridad a la entrada. En esos días sólo éramos el jefe y yo en la oficia y como bodeguero está trabajando mi papá. Así que prácticamente todo lo administrativo lo hacía yo sólo.

A la mitad de la segunda semana llegó quien fungiría como el supervisor de obra. Mi primera impresión no fue buena en dos sentidos: en que el güey tiene jeta de pocos amigos y habla como con hueva, y la otra en que pues la idea anterior no era correcta del todo. Estos juicios me los supuse porque como ejemplo, ya que el supervisor se había instalado, agarraba mis cosas así de huevos, sin pedirme nada. Por mi parte yo cuando necesitaba algo que él tenía, se lo pedía y él ponía cara de “¡ash!”. Pero bueno, con el trato me fui dando cuenta que para él las cosas que hay en la oficina son para lo que se necesiten y se pueden tomar y disponer en cualquier momento mientras no estén siendo ocupadas por otros. Luego al platicar con él, decía cosas graciosas pero aún al reírse lo hacía como con hueva. Así entendí que sólo tiene cara de “fuchi”, pero así es él y pues no es como aparenta y como lo dije: “tiene jeta de pocos amigos”.

Siempre he tratado de ser anti- prejuicioso y sé que nunca la primera impresión es verdadera. Creo que es natural que siempre hagamos juicios de primera impresión. El problema es que la gente no entiende que “caras vemos, corazones no sabemos”. Siempre he odiado eso, y por ello tengo problemas paradójicos de primera impresión con un grupo social del que relataré para la próxima entrada, me refiero a la gente…. Fresa.

Saludos...

Comentarios

Entradas populares de este blog

El top 10 de lo inevitable

¿Cheetos sabor Naranja?

La película que más me impresionó