Pongamos nuestro granito de arena... ¡Ay ajá!
En esta ocasión, después de más de un año,
quisiera agregar una entrada no muy colorida (como de costumbre). Y es que, en
estos momentos siento que llevo una carga que ya me pesa. Seguiré la
recomendación de un viejo amigo, quién partió hace ya muchos años y aún
extraño. Me gustaría consultarte en el más allá en estos momentos. Él decía que
si no tenía la confianza de desahogarme tan fácilmente lo escribiera. Entonces
he me aquí.
"Debemos poner nuestro granito de
arena", si toda mi vida lo he entendido bien, es una frase que mucho se
usa para persuadirnos de hacer algo que conllevará a un cambio.
Los pasados tres meses me han demostrado que
eso es una vil mentira. No tiene sentido.
Ese "cambio" que "generas" es tan visible como dice
aquel otro dicho: "buscar una aguja en un pajar". Pongámoslo de la
siguiente manera: tú quieres cambiar de color la playa de Acapulco para que
luzca diferente y de atractivo visual para los turistas y la gente del lugar,
tomas un grano de arena y lo pintas, luego lo pones a la orilla del mar.
Mientras vas levantando otro grano, la brisa viene y se lleva aquel que ya
habías pintado. Tratas de buscarlo y miras hacia todos lados y no lo ves. Se
perdió, tal vez se enterró, tal vez voló lejos del alcance de tu vista, o
incluso tal vez el agua del mar se lo llevó y las corrientes lo arrastraron
hasta quedar hundido en las aguas más profundas. Ahí quedará olvidado por
quienes fueron testigos de su cambio y desapercibido del resto de la humanidad.
En estos tres meses aprendí esa lección.
Quise generar un cambio. Tal vez pequeño, pero en mi iluso pensamiento creí que
a la larga quedaría huella de que las cosas pueden cambiar para bien y hacer un
ambiente mejor. ¿Y que pasó? ¡Absolutamente nada bueno! Todo lo contrario,
porque incluso mis acciones de buena fe sirvieron para dañar a quien quería
ayudar. Podemos intentarlo y el mundo, empero, jamás cambiará si no quiere
cambiar. No lo puedes obligar a ver lo mal que está si no quiere abrir los
ojos. Jamás pasará, algunos milenios
sobre la historia de la humanidad lo demuestran. Seguimos siendo arrogantes y egoístas.
Ya lo había escrito hace varios años en este blog. Creí que mi pensamiento en aquel entonces era inmaduro y que con el paso de los años cambiaría eso. Hoy estoy más convencido y arraigado a la idea de que me siento condenado y maldito por tener esto llamado raciocinio.
Al irme acercando al final de este escrito, me preguntaba por qué publico este texto sin sentido. Creo que esa estúpida llama ilusa sigue pensando que algún día alguien leerá esto y querrá hacer un cambio junto a mí.
En fin…
Comentarios
Algo que e aprendido a la mala es que jamas esperes nada de nadie y eso incluye el cambio que queremos que suceda (al final de cuentas suena algo egoista). Esto me recuerda que alguien ya lo intentó hace mucho tiempo (aun que no fue su objetivo principal) y termino muerto.
En mi humilde opinión, solo tu puedes estar bien contigo mismo y punto, por duro que se escuche los demás solo somos personas que vamos y venimos ya sean amigos, parientes, mascotas, maestros, rivales, enemigos... . Solo resta aprender de todo.
Cuidado, no hay que confundirse con pensar que solo nosotros importamos, si no que cada uno debe darse el valor a uno mismo y punto lo demás se dará por añadidura y siempre respetar el libre albedrío que no todos vibran a la misma frecuencia.
Amigo, no dejes de escribir y hazlo más seguido, cuidate mucho y espero verte muy pronto un abrazo y adios a la frustración sin sentido.