Con dinero hasta el perro baila

Gracias a los comentarios a la entrada anterior. Hacía ya rato que no me escribían comentarios… ¿será porque hacía tiempo que ya no escribía nada?

Bueno, esta ocasión hablaré de cosas un poco más positivas. Resulta que ya conseguí chamba. Bueno, más bien me la consiguieron. Mi cuñado, quien es militar, nos recomendó a mi papá y a mí para hacer un trabajo para un colega suyo que igual es militar. El lugar es en el estado de México que se llama Santa María Rayón. Se trata de la construcción de un campo militar. Apenas esta semana estuve chambeando ahí. Es una obra muy grande, se dice que son aproximadamente 5 kilómetros de perímetro y se maneja un aproximado de 2500 personas. Nuestro trabajo consistía al principio en ir sección por sección y pasar lista a todas las personas. ¡Sí! ¡A 2500 personas aproximadamente! La cuestión es que teníamos que reunir a las personas de cada sección, lo que significaba detener por completo la obra de construcción. Al principio esa idea, a mi parecer se me hacía un poco absurda, porque dependiendo de la zona, a veces tardábamos casi una hora. Pero nosotros sólo seguíamos órdenes. Luego ya nos hicieron cambiar el método. Ahora por las mañanas nos vamos a zonas distintas y supervisamos que la lista se tome bien. Luego en el transcurso del día vamos zona por zona y con la lista en la mano, elegimos aleatoriamente a un número de personas y pedimos que se reúnan en un punto “x” y allí pedimos sus credenciales. El objetivo de nuestro trabajo es detectar personas que lleguen, pasen lista, luego se vayan y el fin de semana cobren sin haber trabajado, así como también encontrar gente fantasma, o sea, personas puestas por algún jefe de zona que supuestamente pase asistencia y cada semana su salario sea cobrado por dicho jefe.

En realidad con el segundo método, no es tan difícil el trabajo. El problema es que desde las 7 o 7:30 de la mañana hasta las 6:30 de la tarde ando parado y bajo el sol, excepto de 1 a 2 de la tarde que es la hora de comida. El otro problema es que hay un gran exceso de polvo y tierra. Al final del día termino con el cabello tieso de tanta tierra que anda volando. Creo que también estaré sometido a la inversa del caso “Michael Jackson”, es decir, mientras él de negro pasó a ser blanco, yo de moreno pasaré a ser prieto.

En fin, como allá no tengo computadora y tampoco interné’, andaré un poco ausente de los rumbos del D.F. y de estos ciber-lugares. Aunque intentaré de vez en cuando darme una escapada para dar alguno que otro chisme de mis aventuras en este trabajo.
No cabe duda que el estar urgido de dinero hizo que este perro bailara.
Pásenla bien.

Saludos…

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
no chingues we, tons ya no vas a revisar mi teclado, chaa te pasas, ni modo, bueno pus mucha suerte y espero no kedes komo zamorita o laboriel...jajaja

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